El número de jueces de todas las instancias de la justicia federal (y al muchísimo mayor de todas las justicias provinciales) que protagonizan hechos lamentables son apenas un puñado, que se puede contar con los dedos. Quizá pueda haber algunos más que le ceden competencia a ese puñado por razones de comodidad, pero la inmensa mayoría de los jueces de nuestro país no tiene nada que ver con esos hechos censurables. Esto explica que, quien observe nuestra magistratura desde sus cúpulas y luego desde sus bases, se admire de que éstas últimas todavía funcionen y no lo hagan tan mal.
Fuente/Hoy Cordova/MásInformaciónaquí