La pandemia afectó la seguridad alimentaria de la población boliviana, especialmente de los grupos más vulnerables. Los pueblos indígenas originarios campesinos tuvieron dificultades para acceder a alimentos de otras zonas que complementan su dieta; a ello se sumaron la falta de recursos económicos y los medios de vida debilitados.
Según datos globales, las mujeres producen entre el 60 y el 80 % de los alimentos de los países en desarrollo; durante la pandemia se incrementó su carga de trabajo no remunerado, vinculado con el rol de cuidado, la pérdida de puestos laborales y el cierre de escuelas.
Fuente/CorreodelSur/MásInformacionaqui