El Congreso brasileño, dominado por lobby del agronegocio y por la ultraderecha de Bolsonaro (cuyo partido obtuvo 99 diputados sobre 513 en las últimas elecciones), ha dado un golpe durísimo a la agenda medioambiental e indigenista del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Sectores del propio PT, partido del presidente, han dado la espalda a una agenda que les genera problemas con sus apoyos en los territorios, presionados por la necesidad del crecimiento y las urgencias de la reducción de la pobreza.
Fuente/Opendemocracy/MásInformacionaqui