Con escuelas, radios comunitarias y organización, las compañeras de Berta Cáceres continúan su lucha adelante. Mientras, la búsqueda de justicia, y el castigo a los autores intelectuales de la muerte de la defensora del territorio siguen pendientes.
HONDURAS. – En el noroeste de Honduras, entre los ríos abundantes que cruzan los valles y las sierras montañosas, se encuentran dos pueblos cuyos confines se superponen y confunden entre sí. Los edificios coloniales de La Esperanza se entremezclan con los mercados de Intibucá. Juntos, conforman la ciudad más alta del país. Aquí, en 1993, a mil 700 metros de altura, Berta Cáceres participó en la fundación del Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas y Populares de Honduras (COPINH). El Copinh es una organización que se assume anticapitalista, antipatriarcal y antirracista. Hoy, está integrada por más de 200 comunidades y 50 grupos comunitarios presentes en cinco departamentos del país.
Fuente/PiédePágina/MásInformcionaqui