Ecuador empezó el 2022 con un derrame de al menos 6300 barriles de petróleo por la rotura del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), como una consecuencia más de la erosión regresiva del río Coca. Este fenómeno es el resultado, atribuyen expertos, de una falla en la construcción de la Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, una obra insignia del gobierno de Rafael Correa. Este desastre, que explotó en 2020 tras la desaparición de la cascada San Rafael, ha afectado por lo menos el derecho a la propiedad, al ambiente sano y al trabajo de al menos 27 000 personas, de acuerdo con organizaciones indígenas y de derechos humanos.
Fuente/Mongabay/MásInformacionaqui