“La lengua es una herramienta, pero el objetivo no es simplemente cambiar una lengua por otra, sino crear un proyecto educativo y social”, explica Adama Ouane, antiguo miembro del Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (IUAL), en Hamburgo (Alemania). En un mundo en el que cohabitan 7,097 lenguas conocidas y en que 2,300 millones de personas carecen de acceso a la educación en su propia lengua, es un desafío lograr que la educación sea inclusiva.
El reto se hace mayor en un país plurilingüe, donde las lenguas maternas de los educandos son diferentes de la lengua de instrucción. Debido a esta falta de diversidad en las lenguas de enseñanza, muchos educandos de los sistemas educativos tradicionales se encuentran en desventaja.
Fuente/Unesco/MásInformacionaqui