Así, las mujeres se dedicaron mayormente a bordar tejidos de lienzo y todo lo referente al bordado en blanco, como manteles, colchas, sábanas o almohadas. En atención al género, podríamos decir que cuando los hombres bordaban era arte y cuando las que lo hacían eran las mujeres, sus obras eran consideradas una mera artesanía, una labor específicamente femenina y doméstica.
Fuente/DiarioDeCentroamerica/MásInformacionaqui