La visita del papa Francisco a Canadá debería tener repercusiones por todo el continente. Llegó el 24 de julio y estuvo seis días, con el fin de pedir perdón por los abusos en las escuelas residenciales creadas por el Estado canadiense y operadas por diferentes Iglesias desde fines del siglo XIX hasta la década de 1990. La Comisión de Verdad y Reconciliación (CVR) documentó estos abusos en su informe del 2015 y argumentó que el sistema de escuelas residenciales produjo un “genocidio cultural”. Generaciones de niños indígenas fueron separados de sus familias y comunidades para ser educados en las escuelas bajo la doctrina explícita de “matar al indio en el niño”, prohibiéndoles, por ejemplo, hablar su idioma o practicar otros aspectos de sus culturas. El informe documenta múltiples casos de abuso emocional, físico y aun sexual. Esto ha sido un trauma individual e intergeneracional en las comunidades indígenas hasta el día de hoy.
Fuente/El Espectador/MásInformacionaqui