Reconocer los derechos de los pueblos indígenas, entre ellos la educación, pero principalmente el derecho a la libre determinación de los Pueblos, y a la consulta previa, libre e informada, es una forma para preservar y proteger las lenguas indígenas, según una de las conclusiones del “Encuentro de organismos, mecanismo y programas regionales y subregionales e instancias gubernamentales”, organizado por el FILAC.
En este encuentro, realizado el jueves 8 de diciembre, representantes de organismos internacionales, y mecanismos y programas regionales y subregionales, intercambiaron opiniones sobre las perspectivas y desafíos que plantea el diseño e implementación de los planes y programas para el fortalecimiento cultural y lingüístico de los Pueblos Indígenas.
Los participantes concluyeron que es necesario cumplir con la normatividad vigente, respetar los estándares y convenios suscritos, diseñar políticas y planes para el fortalecimiento de las lenguas indígenas, desde el ámbito local hasta lo regional; así como promover los derechos colectivos y lingüísticos de los Pueblos Indígenas.
Asimismo, plantearon actividades de formación para funcionarios y servidores públicos en lenguas indígenas; además de contar con datos sistematizados sobre la situación de vulnerabilidad y riesgos que amenazan a las lenguas.
Coincidieron en que no se cuenta con un adecuado apoyo presupuestario para realizar acciones en favor de los pueblos indígenas y en especial de lenguas indígenas, y que se debe realizar capacitaciones para la aplicación de los derechos colectivos y lingüísticos de los Pueblos Indígenas.
De igual manera, sugirieron al Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas y al FILAC, fortalecer las iniciativas para la preservación de las lenguas indígenas, desarrollar diagnósticos actualizados sobre la situación de las lenguas indígenas en la región, emprender campañas de educación y sensibilización del valor del multilingüismo, entre otros.
Asumir compromisos
“Estamos empezando este largo camino del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (DILI) de las Naciones Unidas 2022-2032, donde nos toca asumir el compromiso de adoptar medidas urgentes desde los diferentes organismos de carácter regional y multilateral, para conservar, revitalizar y fortalecer las lenguas indígenas”, señaló el presidente del FILAC, Freddy Mamani.
Mamani también enfatizó que desde este organismo internacional y el Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas (IIALI), conjuntamente con los Pueblos Indígenas, como custodios de sus lenguas, se tiene el compromiso para adoptar medidas apropiadas para salvaguardar las lenguas indígenas, y con ellas los conocimientos y saberes de los Pueblos que las hablan.
“Estos conocimientos —agregó Mamani— constituyen parte del patrimonio intangible de los Pueblos Indígenas podrían contribuir a muchos de los problemas que actualmente afrenta la humanidad, producto del cambio climático, de la deforestación, de la contaminación del agua y de otras crisis ambientales y sanitarias”.
Por su parte, en su intervención en el evento, Irma Pineda, miembro del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las cuestiones indígenas, dijo que para avanzar en el DILI, «debemos conjuntar esfuerzos tanto activistas, instituciones, academias, artistas, profesores y todas las poblaciones indígenas, para que nuestras lenguas, nuestras culturas, puedan seguir bebiendo de la sabiduría de las ancestras, del conocimiento de los ancianos y recuperar en ellos las claves que nos permitan vivir en armonía con el entorno, tener una vida digna, vivir bien, pero sobre todo libres de hambre y libres de miedo».
Sin Pueblos Indígenas vivos, no hay lenguas indígenas vivas
“Sin pueblos indígenas vivos no hay lenguas indígenas vivas; entonces esto pasa a ser el compromiso fundamental de parte de los Estados, pero también de las agencias de cooperación”, afirmó Myrna Cunningham, primera vicepresidenta del FILAC, al momento de resumir las conclusiones del evento.
Según Cunningham, es importante tomar en cuenta que después de muchas décadas se puede reconocer que las agencias de cooperación o lo que es la cooperación con pueblos indígenas trasciende las relaciones coloniales y se asientan en acciones de reconocimiento y ejercicio pleno de los derechos humanos de los pueblos indígenas.
“Las normas nacionales, el marco internacional de derechos humanos de reconocimiento, no solo de las lenguas sino de los derechos de los pueblos indígenas, ya cuenta con una base suficientemente robusta para poder implementar, y que lo que debemos de hacer es superar las brechas entre esas normas y su implementación práctica, y para esto se requiere voluntad política y recursos”, agregó.
Sin embargo, “si no se dispone de recursos, es realmente imposible transformar esas normas en acciones concretas, en políticas públicas, porque como se señaló pasan a ser papel mojado y no se logra implementar”, acotó Cunningham.
La autoridad del FILAC, también hizo referencia a las conclusiones de los grupos de este encuentro, donde destacó la necesidad de educar a funcionarios de los gobiernos, a los técnicos, a los tomadores de decisiones, sobre cómo lograr esa articulación integral del ejercicio de los derechos de los pueblos Indígenas.