Este año, la conmemoración del Dia Internacional de los Pueblos Indígenas tiene como lema central el papel de las mujeres en la preservación y transmisión de los conocimientos tradicionales.
Es un justo y oportuno reconocimiento a las mujeres indígenas, bastiones esenciales de las luchas de nuestros pueblos en la defensa de sus culturas, sus formas de vida, sus lenguas, en definitiva, su existencia como colectivos que pretenden vivir de acuerdo con sus propias formas de concebir al cosmos y la naturaleza.
Las mujeres indígenas, han sido y siguen siendo quienes, gracias a su profunda convicción y dedicación, han logrado enseñarnos a proteger nuestro entorno, a cuidar las semillas, a proteger y trasmitir los idiomas maternos a sus hijos, nietos y miembros de las comunidades.
Las mujeres indígenas también están en la primera línea para enfrentar los desafíos actuales, en la defensa de los territorios indígenas contra invasores que pretenden apropiarse de los recursos naturales destruyendo todo a su paso, aún en contra de los derechos de los pueblos.
A lo largo y ancho del continente, las luchas de las mujeres, codo a codo con las comunidades, enfrentan violencia y criminalización, luchas que, muchas veces, han pagado con sus propias vidas.
Este 9 de agosto, además de reconocer estos aportes, debemos también demandar para que las mujeres indígenas tengan un lugar prioritario en las políticas públicas y en las acciones de gobierno, tarea en la cual, aún queda mucho por hacer.
Es imprescindible y urgente, actuar con eficacia para combatir las múltiples formas de violencia que las mujeres indígenas enfrentan, tal y como lo han acordado los Estados en el Plan de acción de Iberoamérica para la implementación de los derechos de los Pueblos Indígenas.
Es imprescindible romper las atávicas estructuras conceptuales e institucionales que siguen levantando muros para el pleno reconocimiento de sus notables aportes en áreas esenciales como la salud o la educación de buena parte de la población y en especial, los múltiples obstáculos para la efectiva participación social y políticas de las mujeres indígenas.
En el contexto global actual, se hace necesario un cambio profundo en la manera en que se produce y distribuye la riqueza; se requiere un cambio en la manera en que los seres humanos pretendemos resolver nuestras diferencias y defender nuestros intereses.
En un mundo en el que han surgido nuevos escenarios bélicos que no harán más que profundizar las graves crisis sociales y políticas prexistentes, los Pueblos Indígenas ponemos a consideración nuestro paradigma del Buen Vivir – Vivir Bien basado en la plena armonía individual, social, espiritual y ecológica.
Los conocimientos tradicionales de los Pueblos Indígenas han sido y son actualmente, aportes significativos para dar respuestas a las principales demandas de la población mundial en materia de producción de alimentos, de desarrollo sin destrucción, de cuidado de los recursos naturales, de resolución de conflictos por vías pacíficas y sostenibles.
Las mujeres indígenas, desde tiempos ancestrales, nos han marcado el rumbo y con ellas seguiremos caminando. En ese sentido, quiero destacar, en esta oportunidad, el trabajo de nuestras lideresas como Myrna Cunningham Kain (Nicaragua), Rigoberta Menchu (Guatemala), Otilia Lux (Guatemala), Aida Quilcué (Colombia), Noelli Pocaterra (Venezuela), Margarita Gutiérrez (México), Elisa Loncon (Chile), Nina Pacari (Ecuador), Isabel Ortega (Bolivia), entre miles de mujeres indígenas sabias.
Estoy seguro de que nuestros conocimientos milenarios técnico-científicos puede contribuir a un diálogo intercultural, intergeneracional e intercientífico.
En esta nueva conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, desde el FILAC reiteramos a las mujeres indígenas sinceras muestras de admiración y el compromiso de luchar juntos por un mundo mejor donde nadie quede atrás.
Freddy Mamani Machaca
Presidente del Consejo Directivo de FILAC