A nombre de la Secretaría Técnica del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe – FILAC, me es muy grato dirigirme hoy a ustedes. Para quienes no conocen, el FILAC es un organismo internacional público, creado en 1992 por la II Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno mediante un Convenio Constitutivo suscrito y ratificado por 22 países. Es un organismo único en su género, por su particular modelo de gobernanza paritaria, que consiste en una participación igualitaria de los representantes de los Gobiernos y de los Pueblos Indígenas de los Estados parte, como base para la construcción de los consensos.
En el 2015, se adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los cuales fueron planteados como un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar para el 2030 la paz y prosperidad de todas las personas; pero la realidad, principalmente de los pueblos indígenas, demuestra que ello no está ocurriendo y que, al contrario, las desigualdades se han ido ampliando a través de los años.
Desde nuestro mandato como FILAC, hemos impulsado acciones que coadyuvan al cumplimiento de los ODS. Se han generado procesos de dialogo y consensos entre Estados y pueblos indígenas con el fin de construir acuerdos y compromisos para la implementación de políticas públicas de relaciones paritarias, que permitan el ejercicio efectivo de los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas; enfocados sobre todo en el objetivo 10 de reducción de las desigualdades, pero además en los objetivos 16 y 17, considerando este último clave, por las alianzas generadas con los pueblos indígenas como actores clave para lograr los objetivos de desarrollo.
A través del programa Educación para la Equidad, se han generado procesos con visión intercultural de formación, investigación, sistematización y difusión de los conocimientos, saberes, tecnologías y metodologías propias de los pueblos indígenas, fortaleciendo las capacidades de hombres y mujeres para aportar en la trasformación de la sociedad basado en el ejercicio y goce de los derechos, aportando de esta forma al objetivo 4, educación de calidad y contribuyendo además a los objetivos 5, 10, 11 y 16.
De manera complementaria, a través del Programa de Desarrollo Económico con Identidad se ha apoyado fuertemente a iniciativas y procesos productivos, sociales, culturales y ambientales, que se desarrollan desde los mismos territorios y están basados en la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas, aportando de esta forma a un desarrollo sostenible o como lo denominamos nosotros, desarrollo con identidad enfocado al Buen Vivir. Estas iniciativas impulsan la transformación económica desde una producción y consumo responsable reduciendo las brechas de pobreza, aportando al crecimiento económico, generando comunidades más sostenibles través de la promoción de una salud intercultural y fortaleciendo la soberanía alimentaria de los pueblos indígenas y la protección de los ecosistemas terrestres y acuáticos. Así, con estas acciones contribuimos a los objetivos 1,2,3,6, 8, 10, 11, 12,13 y 15.
Como ejes claves y transversales impulsamos además los programas de Juventudes y Mujeres Indígenas, que buscan fortalecer su liderazgo y la participación en espacios de decisión política, económica y social, cumpliendo con los ODS 5 y 10.
Actualmente, en el marco de la Conferencia Mundial del Agua, considerando el agua como un elemento clave para la subsistencia de la humanidad, desde el FILAC se promueve y articula una serie de acciones para seguir aportando en el ejercicio de los derechos de los Pueblos Indígenas y en el cumplimiento del ODS 6. Entre las líneas de trabajo más importantes se plantea Agua y saneamiento para los Pueblos Indígenas mediante la implementación de proyectos piloto en territorios indígenas que promuevan la gobernanza del agua, su acceso y saneamiento, e inclusive la descontaminación de estas.
Sin embargo, nuestras acciones no han sido suficientes. En los ODS, las limitadas ocasiones que se refieren a los pueblos indígenas, se lo hace considerándonos como parte de la larga lista de un sector “pobre” o “vulnerable”. No se hace referencia o se menciona el aporte que representan los pueblos indígenas sobre todo en el contexto actual, de emergencia y crisis climática.
En contraste, cada vez varios estudios científicos e investigaciones respecto a la protección de nuestra madre naturaleza, hacen hincapié en la importancia del rol de los pueblos indígenas como los mayores y mejores defensores de los bosques y territorios. El 80 % de la biodiversidad mejor conservada en el planeta están en los territorios de los pueblos indígenas. Esto está directamente vinculado a la cosmovisión y formas de vida que los pueblos indígenas mantenemos basados en el conocimiento y sabiduría ancestral adquirida a través de siglos de convivencia con la madre naturaleza, lo que nos ha permitido convivir en una relación de equilibrio y respeto con todos los elementos que la conforman, siendo parte y no sintiéndonos dueños de ella.
Han pasado ya 8 años del planteamiento de las ODS, varios documentos y declaraciones se han emitido, los cuales solo confirman que los esfuerzos ejecutados no son suficientes. La pobreza y las desigualdades se han incrementado, así como los efectos catastróficos del cambio climático —hambrunas, inundaciones, incendios y calor extremo—. Seamos sinceros, esto indiscutiblemente se debe al rumbo que como humanidad hemos tomado basados en un sistema extractivo y capitalista, que ha roto justo esa conexión y respeto entre nosotros y con la madre naturaleza tan necesaria para garantizar la protección de planeta. Si no empezamos a tomar conciencia desde este punto de partida, definitivamente no podemos esperar un mundo de paz y prosperidad como lo plantea los ODS, pues si continuamos por el camino que estamos, simplemente no tenemos futuro.
Por ello, el camino a la Cumbre de los ODS a ejecutarse en el 2024 constituye una gran oportunidad para adecuar y reforzar el compromiso con la Agenda 2030 a través de un diálogo intercultural que plantee acciones transformadoras urgentes de los Estados y otros actores basadas en la priorización de los derechos humanos y la protección del medio ambiente.
Ante esta oportunidad, FILAC está comprometida en desarrollar un Informe Técnico sobre los avances de los ODS, que sobre todo visibilice el rol fundamental y que contenga propuestas para incorporar a los pueblos indígenas en los indicadores de cumplimiento de los ODS para los siguientes años. Los pueblos indígenas debemos participar activamente en la toma de decisiones y los procesos de implementación de los ODS en todos los niveles.
Desde esta mirada, desde la mirada de los pueblos indígenas, de igualdad y sostenibilidad, invitamos a todas las instituciones presentes a sumarse a esta propuesta de trabajo, considerando que solo podemos lograr estos objetivos de manera colectiva e inclusiva, y conformando alianzas estratégicas por una real transformación rumbo al desarrollo sostenible.
Estamos en un momento clave para nuestra planeta y subsistencia como seres humanos, es hora de actuar diferente, es hora de entender, respetar e incluir las diferentes visiones de desarrollo y formas de vida. De nuestras acciones actuales depende nuestro futuro.
Sin pueblos indígenas no se puede garantizar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo
