El Economista.- El 91% de las tierras de los pueblos indígenas y las comunidades locales se encuentra en buenas o moderadas condiciones ecológicas. Esos territorios cubren al menos 36 % de las Áreas Claves para la Biodiversidad (ACB) a nivel global, según revela un estudio elaborado por 30 expertos en conservación en colaboración con líderes indígenas y organizaciones de derechos humanos.
«El Estado de las tierras y territorios de los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales» es el primer análisis espacial integral que muestra la extensión de las tierras de los pueblos indígenas y las comunidades locales a nivel mundial, su estado ecológico actual, el valor de su biodiversidad y sus servicios ecosistémicos, y las presiones que continúan enfrentando estos territorios y las personas y comunidades que dependen de ellos.
De acuerdo con los autores, este estudio proporciona pruebas inequívocas y convincentes de que los objetivos mundiales de diversidad biológica serán inalcanzables sin la plena inclusión de las comunidades indígenas y locales. Recalcan la importancia de reconocer y respetar los derechos, los enfoques de gobernanza y los esfuerzos de conservación de los pueblos indígenas y las comunidades locales como custodios de sus tierras.
Destacan como ejemplo a la Amazonía, hogar de más de 3 millones de indígenas, pertenecientes a 500 pueblos y nacionalidades. El conocimiento tradicional y ancestral de los Pueblos Indígenas Amazónicos, plantea soluciones para aprovechar los recursos naturales de manera sostenible y frenar la degradación ambiental.
Explican que las Áreas Clave para la Biodiversidad son sitios críticos para la persistencia de la biodiversidad, que a su vez sustenta nuestro planeta, sus ecosistemas y todos los que dependen de ellos, incluida la vida humana. A su vez, la conectividad de los ecosistemas tiene relación directa con la conectividad de los pueblos indígenas, por lo que el deterioro y fraccionamiento de los ecosistemas resulta en la pérdida de cohesión territorial indígena.
Durante generaciones, estas tierras han sido protegidas y conservadas por las comunidades que viven dentro y junto a ellas, destacando el papel crucial que los pueblos indígenas y las comunidades locales han desempeñado durante mucho tiempo en la conservación de la naturaleza a nivel mundial.
Nuestra relación con la naturaleza es una relación de más de 10,000 años. A lo largo de estos años hemos podido, con nuestra cultura, con nuestra cosmovisión, con nuestra forma de respetar la naturaleza, lograr preservar ese 91% que señala el informe”, dijo José Gregorio Díaz Mirabal, coordinador general de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica.
“Yo no hablo de conservar, hablo de respetar la naturaleza. La conservamos porque la vemos como familia, la vemos como madre, la vemos como nuestro hogar”, explicó Díaz Mirabal.
A pesar de que la tradición oral característica de los pueblos indígenas ha dificultado la documentación de su conocimiento tradicional y ancestral, existen evidencias de su amplio conocimiento sobre el manejo sostenible de los recursos naturales, que se traduce en el estado de conservación de sus territorios. El informe recalca la necesidad de incorporar y conectar el conocimiento tradicional en la búsqueda de soluciones ambientales a todo nivel.
“Nuestra cultura es oral. Nosotros no expresamos nuestro conocimiento en una teoría científica, pero lo expresamos en la práctica, es ahí donde está la diferencia. Nuestro conocimiento es empírico. El conocimiento tradicional no contradice la ciencia occidental, esta debe unirse con el conocimiento indígena. Es hora de que juntemos esos conocimientos y le demos valor a nuestros sabios indígenas”, señaló Díaz Mirabal.
A medida que los países miran hacia adelante para negociar un nuevo marco global de biodiversidad a finales de este año, este informe subraya la importancia de garantizar que los pueblos indígenas y las comunidades locales sean reconocidos y apoyados para sostener, defender y restaurar sus tierras y territorios como parte de los esfuerzos de conservación. El informe destaca que más de una cuarta parte de las tierras de los pueblos indígenas y las comunidades locales podrían enfrentar grandes presiones de desarrollo en el futuro.
Actualmente, “gran parte de los territorios indígenas ya están concesionados a petroleras, mineras, sin respetar que ahí estamos los pueblos indígenas. La falta de reconocimiento de la titularidad de las tierras de los pueblos indígenas, es una amenaza histórica que se ha agravado recientemente, dice Díaz Mirabal.
Un enfoque de conservación basado en los derechos ayudará a garantizar que los pueblos indígenas y las comunidades locales logren el pleno reconocimiento de sus derechos sobre la tierra y los recursos, el respeto por su liderazgo y gobernanza, así como su consentimiento libre, previo e informado en la creación de áreas protegidas y conservadas.
El informe concluye que cualquier esfuerzo de conservación global, incluidos los llamados para proteger y conservar al menos el 30 % de la tierra, el agua dulce y los océanos del mundo para 2030, depende de una fuerte participación y liderazgo de los pueblos indígenas y las comunidades locales y será inalcanzable sin ellos.
El informe completo puede consultarse en este vínculo:
https://wwflac.awsassets.panda.org/downloads/estado_de_iplc_tierras_y_territorios_final_1_1_1.pdf