La violencia contra las mujeres y niñas indígenas es de carácter polifacético y no se puede desvincular de la colonización

Periodistas indígenas del Abya Yala destacaron que las violencias que sufren las mujeres y niñas Indígenas en la región es de carácter polifacético, que involucra no solo las agresiones personales en el hogar o la comunidad sino fuera de ellas, perpetradas por el sector público y privado, durante el Seminario virtual violencias y mujeres indígenas, realizado este jueves 1 de octubre, en el marco del Diplomado del Liderazgo de Mujeres Indígenas.

Asimismo, coincidieron que las violencias que experimentan las mujeres y las niñas indígenas son de índole económico, político, social, policial, estructural, étnica, territorial, lingüístico, legal, intrafamiliar; agresiones que vienen de un sistema colonialista y racista que oprime a las mujeres indígenas y afrodescendientes.

Violencia territorial y familiar

Rolanda de Jesús García, Periodista Maya Kíche, Corresponsal de Telesur – Guatemala, destacó que los tipos de violencia que documentó, durante su trayectoria profesional, corresponden principalmente a la violencia que sufren las mujeres indígenas por los despojos de tierras. “Hemos documentado como las mujeres trabajan en condiciones precarias cuando pierden sus viviendas porque se ven obligadas a trasladarse a lugares en condiciones no adecuadas donde ellas ni siquiera tienen un lugar digno donde lavar la ropa, cocinar y cuidar a sus hijos; asimismo, hay mujeres embarazadas que se quedan sin alimentos y por consiguiente sus hijos e hijas nacen desnutridos. El despojo de tierras ha provocado muchas dificultades en la vida de las mujeres”.

Asimismo, García destacó que también se ha documentado la contaminación del agua que provocan las empresas de monocultivos en Guatemala, donde las mujeres por la contaminación de sus ríos tienen que cuidar a sus hijos cuando se enferman y viajan kilómetros en buscada del líquido elemento. Otro tipo de violencia a la que se refirió fue la violencia intrafamiliar, donde por la venta de bebidas alcohólicas, los esposos maltratan a las mujeres, produciendo un alto índice de violencia, donde las mujeres no denuncian estos maltratos.

Aislamiento cultural y conflicto armado

Por su parte, Diana Jembuel, periodista Misak de Colombia, coordinadora de comunicación de la Comunidad de Juristas Akubadura, destacó que los tipos de violencia que documentó contra las mujeres indígenas son aislamiento cultural, conflictos armados, desplazamiento forzado, esclavización por ejercer funciones domésticas, donde lo más importante de este trabajo que realiza es haber estado con ellas acompañándolas en estas situaciones de violencia. “He documentado estos tipos de violencia con ellas, caminando con ellas, ayudando a fortalecer su liderazgo, para que hablen y no se callen”.

“En Colombia se han dado lazos de hermandad frente a la necesidad no sólo de visibilizar a la mujer sino por la necesidad de las luchas de resistencias de nuestros pueblos ancestrales. Este contexto nos hace un llamado a que hay que unir más lazos internacionales, hay que tejer lazos entre mujeres indígenas frente a las situaciones de irrespeto, abusos, porque las mujeres estamos muy alejadas, porque las mujeres no hablan el español, hay pocas mujeres que accedemos a la educación, hay una discriminación violenta y machista a nuestra mayores y jóvenes, hay muchos factores”.

Invisibilización de la violencia contra las mujeres indígenas

Paula Huenchumil, periodista Mapuche, corresponsal del portal Interferencia, coincidió con los diferentes tipos de violencia que mencionaron las panelistas que enfrentan las mujeres indígenas del Abya Yala, destacando que en el caso chileno existe un duopolio que domina la prensa escrita y ha invisibilizado a las mujeres indígenas y cuando habla de ellas lo hace desde una posición folklorica o criminalizadora.

En la misma línea, Diana Manzo, periodista Zapoteca de Oaxaca, Corresponsal de Aristegui Noticias destacó que en México cada día 9 mujeres son asesinadas y en esta lucha de parar la violencia los feminicidios que vivimos, las mujeres indígenas son las más invisibles. “Es por eso que nuestra labor como comunicadoras, como periodistas es dar voz a esas mujeres, a eso tipo de violencias machistas que se viven en las comunidades”.

“Por ejemplo, no hay una fiscalía que asuma esas muertes o esa violencia, hacen falta traductores. Sin embargo, en esta lucha ha habido aliadas, ha habido colectivos de mujeres feministas de todas las zonas de Oaxaca quienes han hecho una labor bastante importante, que han acompañado precisamente a estas mujeres en su lucha por la no violencia, pero aún hace falta mucho por hacer, no podemos estar calladas”, añadió.

Incremento de la violencia, no pueden quedarse calladas

Las periodistas que participaron en este Webinar dieron a conocer que cada año aumentan las muertes y violencias contra las mujeres indígenas, así como la discriminación. En el caso de Guatemala mencionaron que es un lugar inseguro para las mujeres y el Estado no tiene políticas para reducir la violencia; en Colombia se vive más discriminación y genocidio en territorios alejados; en México 9 mujeres mueren cada día a causa de la violencia; en Chile empezó un despertar de la sociedad no indígena que empezó a ser empático con las situaciones de violencia que enfrentan los pueblos indígenas.

Resaltaron, que el reto que tienen los periodistas y medios de comunicación es dar un enfoque adecuado a sus noticias, ir a las comunidades a hacer la investigación, no revictimizarlas, no utilizar términos peyorativos o despectivos, no criminalizarlas; así como fomentar la valentía para que rompan el silencio y se animen a denunciar.

Acciones de las mujeres indígenas frente a la violencia

En este diálogo, Nadia Fenly del Observatorio de mujeres Indígenas Contra la Violencia- FIMI, también compartió que el punto de partida para la creación de este observatorio fue el informe  Mairin Iwanka Raya: Mujeres Indígenas confrontan la violencia realizado en 2007. “A partir de este informe FIMI inició todo un proceso de diálogos regionales donde las lideresas indígenas identificaron como una necesidad el establecimiento de un observatorio de mujeres indígenas que sirva como un espacio autónomo para que documente y de seguimiento a las violencias que vivimos las mujeres indígenas y desde el observatorio lo que hemos venido haciendo es promover proceso de investigación elaborados por las propias mujeres indígenas desde un enfoque intercultural ”.

Por su parte, Leonor Zalabata, del Observatorio del Observatorio de Defensores Indígenas, resaltó que: “La violencia contra los pueblos indígenas en cualquier parte del mundo, en cualquier país no es diferente a la violencia que sufrimos las mujeres, cualquier pueblo es discriminado por ser indígena, por tener una cultura distinta, por no tener la misma economía de las sociedades mayoritarias y por no tener un enfoque político de gobernabilidad aceptado por los pueblos indígenas”. Añadió, que cuando se aborde el tema de violencia de mujeres este debe ser desde un enfoque diferencial cultural, donde las situaciones de violencias deben ser competencia de todos los hombres, mujeres y autoridades, desde el interior de los territorios.

Combate a la violencia contra las mujeres

La actividad —moderada por  Antonia Benito, Periodista maya poqomam y coordinada por Dali Ángel, Coordinadora del programa de mujeres y jóvenes Indígenas— concluyó con las palabras de la presidenta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC), Dra. Myrna Cunningham, quien resaltó que las mujeres indígenas deben continuar fortaleciendo su liderazgo y sus capacidades para incidir en los distintos espacios y seguir luchando contra la invisibilidad y avanzar en una agenda común en la defensa de sus derechos y la violencia que se produce en su comunidad y fuera de su comunidad.

Además, hizo referencia a la violencia relacionada con la colonización. “Hemos visto durante décadas, siglos de colonialismo y racismo han perpetuado la violencia contra las comunidades indígenas, contra los pueblos indígenas, afectando a hombres, mujeres, niñas y niños. Esa cultura de violencia impuesta a través del racismo sistémico o incluso violencia directa simbólica y estructural contra los pueblos indígenas se reproduce de múltiples maneras y ha ocasionado en muchas oportunidades la disfunción de las comunidades y culturas indígenas y por lo tanto aumenta las tasas de violencia contra las mujeres y niñas”, dijo

La autoridad del FILAC, concluyó su intervención resaltando la implementación del Plan de Acción de Iberoamérica para el Cumplimiento de los Derechos de los Pueblos Indígenas, el cual tiene como uno de sus objetivos visibilizar y fortalecer la participación plena y efectiva de las mujeres indígenas en la generación de políticas públicas dirigidas a la especial atención y prevención de las diversas formas de violencias de las que son víctimas, esperando que puedan surgir planes locales, nacionales y regionales para que se cumpla con este objetivo.

Las mujeres indígenas son parte fundamental de la lucha de sus pueblos por lograr el respeto y reconocimiento de los derechos colectivos en una sociedad en la que ha primado la exclusión, la discriminación y la desigualdad; pero suman a ésta su propia Agenda, que tiene que ver con su oposición a la discriminación y exclusión, al combate a las distintas formas de violencias que les afecta a ellas y a sus pueblos.

Ultima actualización: 2 octubre, 2020

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