Las Reservas de Producción Forestal, bosques destinados a la producción forestal sostenible, se han convertido en objeto de disputa de los intereses de pequeños campesinos sin tierra o con tierra insuficiente, propietarios privados y grupos con intereses de acaparamiento para tumbar el bosque y transformar esos espacios en tierras de producción agrícola.
En la reserva forestal El Choré, en el departamento de Santa Cruz, la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Yuracaré Mojeña es el único espacio donde todavía queda bosque. “No se encuentran lugares vacantes que no tengan dueño, todo está parcelado”, dice uno de los indígenas que teme que las invasiones avancen hasta su territorio.
Fuente/Mongabay/MásInformacionaqui