En Ecuador, uno de los delitos ambientales más devastadores es la tala ilegal de madera. Comunidades ancestrales han sido desplazadas por las mafias dedicadas al tráfico de balsa, advierte un informe del Instituto Igarapé y el portal InSight Crime. La Amazonía es dos veces más grande que la India, y sus 670 millones de hectáreas son un sumidero mundial de CO2. Pero cuatro delitos ambientales están acelerando la deforestación en cinco países a un ritmo nunca antes visto.
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