Sacar a flote esos emprendimientos, que buscan garantizar su soberanía alimentaria, les ha costado la muerte de líderes y el señalamiento de varios sectores. Colombia +20 recorrió los municipios más golpeados por la guerra en el departamento para conocer las iniciativas.
Disneida Cuetia Velazco entra a la oficina administrativa de la planta de producción de jugos Ñxuspa vestida toda de blanco: botas de caucho, pantalón, camisa y delantal industrial. No se quitó el tapabocas ni el gorro del cabello. La oficina debe tener unos 12 metros cuadrados, en los que cabe una vitrina pequeña, dos computadores, un estante y algunas sillas plásticas.
Ahora tienen una planta de producción 20 veces más grande y elaboran, cada mes, 20.000 botellas de jugo, agua y mermeladas que llegan a varios municipios del departamento.
Fuente/El Espectador/MásInformacionaqui